El viento te está llamando
entre los bosques de robles.
De tus alas, ve cuidando,
que su fuerza no las doble.
Déjame que hable con él.
Ya le conozco.
¿Me dejarás?
El sol te espera con su manto
de luces y de colores.
¡Espera! no acerques tanto
tus plumas a sus calores.
Déjame que hable con él.
Ya le conozco.
¿Me dejarás?
La mar se inventa un color
para poderte atrapar.
Sales, colores y olor
son trampas para naufragar.
Déjame que hable con ella.
Ya la conozco.
¿Me dejarás?
No, claro que no. No me dejarás.
Por que serás tú quien hable
con el viento,
con el sol,
con la mar.
Serás tú quien vuele.
Seguro que aprenderás.
Yo te veré volar.
Pero,
mientras no vueles,
volveré para dejarte
mi beso de amanecer en tu frente.
Como he hecho hoy.
Como he hecho siempre.
Hace 2 días
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4 comentarios:
Es uno de los poemas más bellos que haya leído alguna vez.
Quisiera decirte alguna otra cosa, pero la emoción me puede.
Un beso
Esther
Esther,
¿Qué puedo contestar a tan bello y emotivo comentario?
Esther,
paciencia infinita, bendita paciencia, que le dedicas a mis textos y me ayudas en el aprendizaje de aquello que uno pretende y persigue: la escritura.
Agradecer tu paso por aquí, por este rincón, que se siente orgulloso de contar con tu firma entre sus visitantes.
Besos
JuanManué y Ruín de los Bosques
Vengo a leer este poema recomendada por Esther... ¡Es simplemente perfecto! Admiro cómo podéis dar formas tan bellas a sentimientos tan hondos, con esa sencillez, ese ritmo... Es una imagen perfecta del amor de padre, amor que entraña dolor y miedo, envueltos en ternura.
Felicidades.
Elisabet
Elisabet,
"Es una imagen perfecta del amor de padre, amor que entraña dolor y miedo, envueltos en ternura."
Me parece que no hay mejor definición para el poema. Y me alegro pues, a través de tu comentario, veo que he logrado transmitir esos sentimientos.
Vienes de la mano de Esther. Vienes bien acompañada.
AH!!Te deseo todo lo mejor para esa novela que pronto verá la luz.
Un abrazo
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