martes, 11 de marzo de 2008

Poema para estos días grises

Para Merchi, mi compañera.


Hoy me gustaría acuchillar al tiempo.

Ese tiempo que se aferra a tu garganta,
que inunda tus ojos
y te deja sin palabras.

Hoy me gustaría acuchillar al tiempo.

Por el adiós eterno del que se va,
por el dolor del que se queda,
por el sufrimiento en la espera.

Mañana seré otra vez payaso
para verte reír,
me caeré con mis grandes zapatos
para verte feliz,
me mojaré con mi flor de agua
para verte reír feliz,
y te cantaré una canción al oído,
esa que sólo es para ti.

Amor.
Amor fugaz.
Amor poeta.
Amor fugaz y poeta.

Amor.
Amor polvo del camino
de veintiocho estaciones.
Amor diario que descansa en la noche,
cada noche,
en el perfil de tu cuerpo,
molde justo de mi cuerpo.
Amor, que no mides lo que doy.
Bien sabes lo que soy.

Amor, hoy me gustaría acuchillar al tiempo
pero…no puedo.

Sólo puedo acariciarte las mejillas.
Y me ahogo en ellas.

TE VI LLEGAR

Palabra, te vi llegar
aún verde pero ansiosa
por anidarte dichosa
en mi boca, que es tu hogar,
y en mis manos, las del mar.
Palabra, tú, mi destino,
eres último camino
entre mi papel escrito
y mi voz, que ya es un grito.
La voz de seda o de espino.

Palabra, vienes vestida
en tu vértice más claro
de la luz, bendito faro,
de mil gargantas salida.
Eres parte de mi vida,
en lo fugaz y en lo cierto.
Cruzamos algún desierto
de arena dura, rutinas
de un cuaderno blanco en ruinas.
Palabra, besa a este muerto.