jueves, 8 de noviembre de 2012

Dignidad, café y un polaco


Los Martes, habitualmente, me tomo un café con mi primo Alfonso (http://whoduth.blogspot.com.es/ ).

Solos, acompañados, con leche o en grupo, recibimos con una sonrisa los proyectos y con mueca de tahúr la realidad.

Le hablé de un polaco: Goyeneche. Santo y seña del tango argentino. Me acerqué al tango a través del blog de mi amiga Esther (http://necesidadyazar.blogspot.com/) que en su escaparate se alzaba preferente “Sur” de Anibal Troilo, que tanto compartió con el polaco.

Le contaba a Alfonso que el polaco fue “descubierto” un día que terminaba su jornada laboral como conductor de colectivos. Estaba cantando tango, uno de los pasajeros no lo dejó escapar. Justo José Otero era el representante artístico del pianista Horacio Salgán y consiguió que Goyeneche formara parte de la orquesta de Horacio.

“Primo”, le dije, “cuantos conductores habrán pasado su vida conduciendo su autobús sin que se suba ese pasajero que le descubra”.

Y es que, aquí fuera, sigue habiendo mucho talento.

Talento a espuertas tiene Lucía Sócam (http://www.luciasocam.es/). Días atrás Irene (http://lejosdealgunlugar.blogspot.com.es/) y yo estuvimos con ella en casa de Alfonso. Estaban preparando la grabación del nuevo disco de Lucía, “Viejos tiempos, tiempos nuevos”, en el que mi primo actuará como artista invitado. Será el próximo 4 de Diciembre en el Teatro Duque de Sevilla.

Lucía es una luchadora a la que queremos, admiramos y respetamos así que el tiempo que estuvimos con ella, Irene y yo, disfrutamos del instante. A mí, de mayor, me gustaría ser como ella.

Hablando de Irene: me llama por teléfono y me habla de Javier Verdejo, a quien una bala impidió que escribiera “Pan, Trabajo y Libertad” en un muro almeriense en 1976. Es necesario que, recordando las palabras de Julia Conesa, su nombre no se borre de la historia.

Los Astilleros volvemos a la calle. Los antidisturbios también. Una señora mayor se enfrenta a todo un batallón armado hasta los dientes, con sus canas y su razón como única defensa. Se me pone la piel de gallina. Debemos continuar.

Erika Martínez (http://asecas.tumblr.com/) en su magnífico artículo “A la calle”, cita en su cierre a Salustio:

Son unos pocos los que prefieren la libertad. La mayoría tan sólo quiere un amo justo.

Joder, polaco ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?