domingo, 6 de julio de 2008

TURBULENCIAS

El aura mística del arribo
es flecha pretérita, e infértil,
en un presente de ojos abiertos
y palabras gastadas,
mutiladas,
presas en jardines inundados
por escombros y estatuas muertas.

Los vientos empujan y desorientan.
La escalera, en espiral,
nunca tuvo balaustradas.
Así, el vacío flanqueante,
de tan común,
se hizo cotidiano.

Diógenes facilitó el camino.
Es dura la gimnasia del recuerdo
cuando las manos andan vacías,
los labios murmuran a solas
y el olor de la piel,
último vestigio de una presencia,
ya va en retirada.

Imágenes brotan de cualquier rincón,
de cualquier cajón;
inesperado.
Colores que ya no existen.
Si alguna vez existieron
murieron en el revelado.

Colores que ya no existen.

Como esa sonrisa.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buen arranque tiene este poema.

Saludos

mi primo y yo dijo...

Saludos , anónimo.

Y gracias por pasar.

Esther dijo...

Palabras presas en jardines inundados por escombros y estatuas muertas.

Si hubo color, fue en tiempos pretéritos: es imposible que haya color, ahora.

Desolador. Y bueno.

Cariños,
Esther

mi primo y yo dijo...

Prima Esther.

Mi querida prima argentina que tanto me ha ayudado con sus comentarios, es un placer tenerte por aquí.

Besos

Anónimo dijo...

bonito, JM, ponito.

A ver si algún día nos vemos, mamón.

Besos

Paul