martes, 13 de abril de 2010

LA POESÍA

Nunca esperé más de lo que te pedí,
y, sin embargo, estás aquí.
Apenas me conoces (no hay porqué)
pero estás en mí.

LA POESÍA

Busca acomodo en mi hombro sin apenas esfuerzo.
Obviamente, la ignoro.
Ando yo prevenido contra sus malas artes,
venenos y celadas.
Dioses sin brújula falsean nortes, rumbos,
para encallar en ella.
Confunde, te confunde, con nombres y olores.
Cicatrices deja en pieles ajenas
sin pudor ni cuidado de evitar marcas o huellas.
Domeña el tiempo en cuerpos y caminos.
Se sienta en mi hombro,
balancea sus piernas y sonríe.
Susurra al oído y, entonces, la oigo.
Afortunadamente.

2 comentarios:

Sombragris dijo...

Afortunadamente...tu la oyes para después transmitirnosla.Y es un don que aunque tiránico a veces, da más de lo que recibe a cambio...gracias por tu poesía y tu presencia.Un abrazo

Jorge Andreu dijo...

Me gusta mucho este poema, que como dices va a dar la vuelta al mundo. Me gustan sobre todo estos dos versos:
"Cicatrices deja en pieles ajenas / sin pudor ni cuidado de evitar marcas o huellas". Me fijo mucho en versos sueltos y creo que estos dos, hablando de la poesía, son dos joyas. El poema completo me parece bastante bueno. Y como cierras con ese adverbio que es tan enemigo de mi estética pero que mide lo que quieres que mida un verso. Me encanta.

He pasado muy buen rato con vosotros esta tarde. Repetiremos la semana que viene si nada nos lo impide. Todo sea por la poesía.

Un abrazo.

Jorge Andreu