EL MARINERO
A Coria del Río .
A los surcos y la memoria.
A Juan Miguel Baquero Zurita,
la dignidad en un abrazo.
Madre, que yo soy de sal
y quiero ser marinero
pero no quiero embarcar
en el Cabo Carvoeiro.
Alma, cállate la boca
y embarca de polizón.
Llevas cosido en la ropa
parte de mi corazón.
Devuélveme sus caricias
en la palma de tu mano
mientras espero la noticia
de verlo pronto y sano.
Madre, el reloj está aquí,
destrozado en el ocaso.
No me pude despedir
ni darle el último abrazo.
Madre, que yo soy de sal
y quiero ser marinero
pero no quiero embarcar
en el Cabo Carvoeiro.
1 comentario:
Si pa hacerte trabajar y escribir estas maravillas hay que armar esto de Coria o que aparezca SAn Pedro por la CAchucha...lo haremos...un abrazo primo
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